Empezar a visitar a su tocoginecólogo mejoraría sus posibilidades, ya desde el comienzo. Si no, pregunte a sus conocidos, busque y tómese el tiempo necesario para elegir a un facultativo que le parezca adecuado. Luego pida visita y un examen preconcepción.
Una sonrisa para el dentista.
La visita al dentista antes de quedarse embarazada es casi tan importante como la visita al doctor. Ello se debe a que su futuro embarazo puede afectar a su boca, y posiblemente su boca puede afectar a su futuro embarazo. De hecho, las hormonas del embarazo pueden agravar los problemas de dientes y encías, dejando hecha una desgracia una boca que no se ha cuidado desde el principio. Y lo que es más, las investigaciones indican que las gingivitis pueden estar asociadas con algunas complicaciones del embarazo. Así que, antes de que esté muy ocupada dando vida a un bebé, ocúpese de que su boca esté en plena forma. Asegúrese también de recibir todos los cuidados necesarios, incluyendo radiografías, empastes y cirugía dental, de manera que no tenga que hacerse nada durante el embarazo.
Investigue su árbol genealógico.
Eche un vistazo a la salud de los miembros de ambas ramas del árbol familiar (la suya y la de su pareja). Es especialmente importante descubrir si existe un historial de cualquier defecto genético o cromosómico, como el síndrome de Down, la enfermedad de Tay-Sachs, la anemia falciforme, la talasemia, la hemofilia, la fibrosis quística, la distrofia muscular, o el síndrome del cromosoma X frágil. Eche un vistazo a su historial de embarazos. Si ha estado embarazada antes y ha tenido cualquier tipo de complicación o una que terminara en un parto prematuro o un aborto tardío, o si ha tenido múltiples abortos, hable con su mé- dico sobre las medidas a tomarpara que no se repita. Sométase a un cribado genético si fuera necesario. Pregúntele también a su doctor si debe pasar el test para alguna enfermedad genética común según su procedencia étnica: fibrosis quística si alguno de los dos es caucásico; enfermedad de Tay-Sachs si uno de los dos es de origen judío askenazí, canadiense francés o descendiente de los cajunes de Luisiana; anemia falciforme si son de ascendencia africana, y algún tipo de talasemia si son de origen griego, italiano, del sudeste asiático o filipino.
Las dificultades obstétricas previas (tales como dos o más abortos, un mortinato, un largo período de infertilidad o un niño con un defecto de nacimiento) o estar casada con un primo u otro pariente son también razones para buscar asesoramiento genético.
Mientras está visitando a todos sus médicos y comprobando todos los historiales, pregunte si puede empezar a hacerse algunos tests y chequeos de salud que cualquier mujer embarazada debe realizar. Algunos de ellos son tan fáciles como hacerse un análisis de sangre para saber el estado de:
■ Hemoglobina o hematocrito, para detectar la anemia.
■ Factor Rh, para saber si es positiva o negativa. Si es usted negativa, su compañero debería hacerse un análisis, para saber si él es positivo. (Si ambos son negativos, no hay que preocuparse más del Rh.)
■ Testde la rubéola,para saber si ya está inmunizada.
■ Testde la varicela,para saber si está ya inmunizada.
■ Tuberculosis (si vive en una zona con una alta incidencia).
■ Hepatitis B (si entra en la categoría de alto riesgo, como los trabajadores sanitarios, y no está vacunada).
■ Anticuerpos del citomegalovirus (CMV), para determinar si es inmune a esta enfermedad . Si se le ha diagnosticado un CMV, se suele recomendar esperar seis meses a intentar quedar embarazada.
■ Toxoplasmosis, si tiene un gato que sale a pasear al aire libre, si suele comer carne cruda o muy poco hecha, o trabaja en el jardín sin guantes. Si el resultado es que es inmune, no deberá preocuparse por la toxoplasmosis nunca más.
■ Función tiroidea. Ésta puede afectar al embarazo. Así que si tiene o ha tenido alguna vez problemas tiroideos, o si tiene un historial familiar de enfermedades tiroideas, o si tiene síntomas de éstas este análisis será imprescindible.
■ Enfermedades de transmisión sexual (ETS). A todas las embarazadas se les hace un análisis rutinario de todas las ETS, incluyendo la sífilis, la gonorrea, la clamidiasis, el herpes, el virus del papiloma humano (VPH) y el VIH.
Hacerse estas pruebas antesde intentar concebir es todavía mejor (o en el caso del VPH, ponerse la vacuna; véase lapág.siguiente).Incluso si está segurade que nopuede tener una ETS, pida el análisis, sólo para confirmarlo.
Si alguno de los análisis da positivo para una enfermedad que requiere tratamiento, asegúrese de tratarla antes de intentar concebir. Considere también la posibilidad de someterse a cirugía menor no médica, y a cualquier operación médica –mayor o menor– que había estado aplazando. Ahora es el momento, también, de tratar cualquier circunstancia ginecológica que pudiera interferir en su fertilidad o embarazo, entre otras:
■ Pólipos, fibroides, quistes o tumores benignos uterinos.
■ Endometriosis (cuando las células que normalmente forran el útero se extienden a cualquier otra parte del cuerpo).
■ Inflamación pélvica.
■ Infecciones recurrentes del tracto urinario, u otras infecciones, tal como la vaginitis bacteriana.
■ Una ETS. Ponga al día sus vacunas. Si en los últimos 10 años no la han revacunado del tétanos o la difteria, que lo hagan ahora. Si sabe que nunca ha tenido la rubéola o que nunca le han puesto la vacuna, o si la analítica demuestra que no es inmune a esta enfermedad, póngase ahora la triple vacuna de sarampión, paperas y rubéola (SPR), y espere un mes antes de intentar concebir (pero no sepreocupe si accidentalmente se queda embarazada antes). Si los tests demuestran que no ha tenido nunca la varicela, o tiene un alto riesgo de contraer la hepatitis B, también es recomendable inmunizarse ahora, antes de la concepción. Si tiene menos de 26 años, considere también la posibilidadde vacunarse contra el VPH, pero tendrá que organizarse bien, pues deberá recibir una serie de tres vacunas antes de concebir. Ponga bajo control sus enfermedades crónicas. Si tiene diabetes, asma, una enfermedad cardiaca, epilepsia o cualquier otra enfermedad crónica, asegú- rese de que cuenta con la aprobación de su médico antes de concebir, de que su enfermedad está bajo control antes de quedar embarazada, yde empezar a cuidarse de la mejor manera posible (si no lo está haciendo aún).
Si nació con fenilcetonuria (FCU), empiece una dieta estricta sin fenilalanina antes de concebir, y siga con ella hasta el final del embarazo. Es una posibilidad muy poco atractiva, pero es esencial para el bienestar de su hijo. Si necesita inyecciones contra la alergia, empiece ahora mismo. (Si comienza ahora una desensibilización de la alergia, probablemente podrá continuar después de concebir.) Dado que la depresión inmunitaria puede interferir en la concepción –y en un embarazo sano y feliz– es mejor que se ponga manos a la obra antes de empezar la gran aventura. Prepárese para suprimir los métodos anticonceptivos.
Deshágase de esa última caja de condones y del diafragma (de todos modos deberá hacerse uno nuevo tras el embarazo). Si está utilizando pastillas anticonceptivas, un anillo vaginal o un parche, planifique dejarlos con la ayuda de su médico. Algunos recomiendan no intentar concebir hasta varios meses después de dejar el control hormonal, si es posible, para permitir que su sistema reproductivo pase al menos pordos ciclos normales (mientras tanto, utilice preservativos).
Otros dicen que ya se puede intentar concebir cuando se quiera. Sin embargo, tenga en cuenta que puede tardar unos meses o incluso más hasta que sus ciclos sean normales, y hasta que vuelva a ovular. Si utiliza un DIU, hágaselo quitar antes de intentar concebir. Espere de tres a seis meses después de las inyecciones de Depo-Provera. (Muchas mujeres no son fértiles hasta unos 10 meses como promedio después de dejar la Depo-Provera, así que deberá organizarse con antelación.) Mejore su dieta. Todavía no es cuestión de comer por dos, pero nunca es demasiado pronto para empezar a comer bien para el bebé que está planeando tener. Lo más importante es asegurarse de que está tomando ácido fólico. Parece ser que tomar suficiente ácido fólico no sólo hace aumentar la fertilidad, sino que los estudios demuestran también que incluir suficientes cantidades de esta vitamina en la dieta de una mujer que desea concebir y al principio del embarazo, hace descender de forma espectacular el riesgo de tener un bebé con defectos del tubo neural (tales como espina bífida) o un parto a pretérmino. El ácido fólico es un compuesto que se encuentra en los cereales integrales y en los vegetales de hoja verde, y en muchos países se prescribe que se añada a la mayoría de cereales refinados. Pero también recomendamos tomar un suplemento prenatal que contenga al menos 400 mcg de ácido fólico.
También es buena idea ir dejando la comida basura y los alimentos con mucha grasa, y empezar a aumentar el consumo de cereales integrales, fruta, verdura y productos lácteos (que son importantes para los huesos) bajos en grasas.
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